TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA:
PROBLEMA MULTIFACTORIAL
ES DIVERSO, REQUIERE DE UN TRATAMIENTO CONTINUO Y PRECOZ PARA UN MEJOR PRONÓSTICO.
Autor: Dr. Carlos Muñoz
Médico Psiquiatra
Especialista en niños y adolescentes
CMP 55720 RNE 28852 RNE 34946
El Trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarollo, que se manifiesta de manera muy diversa en cada persona, cuya prevalencia va en aumento según datos de la Organización Mundial de la Salud 1 de cada 160 niños tiene esta condición, caracterizada por tres grupos de síntomas: déficit en la interacción social, problemas para el uso del lenguaje, así como conductas repetitivas y restringidas.
Diagnóstico muchas veces retardado debido a ser un diagnóstico netamente clínico y a la dificultad agregada con diagnósticos diferenciales como trastornos del lenguaje, trastorno de déficit de atención, retardo mental, entre otros, por lo cual la evaluación por una profesional médico altamentamente especializado en el tema es de vital importancia.
El trastorno del espectro autista es un diagnostico que se debería a la interacción de muchos factores como son: factores genéticos de heredabilidad, prematuridad, bajo peso al nacer, exposición prenatal a medicamentos como valproato de sodio, infecciones, edad elevada de los padres, asociación con otros diagnosticos genéticos como síndrome de Down, X frágil, Esclerosis tuberosa, entre otros. Es decir el diagnostico de TEA no se debe a una sola causa y la búsqueda de el porque se dio en el paciente este diagnóstico, podría llevar a perdida valiosa de tiempo para un tratamiento precoz.
Si bien es una diagnostico que la persona tendrá para toda la vida, la persona podrá mejorar de manera considerable en su sociabilización, lenguaje y otras áreas, dependiendo de dos principales factores pronósticos: Detección precoz del cuadro y tratamiento precoz (Este tratamiento consiste en terapias de lenguaje, sensorial, ocupacional, conducta, entre otras.
El tratamiento del trastorno del espectro autista debe ser de forma personalizada y humanista debido a la diversidad del cuadro en cada niño, de manera constante como es todo aprendizaje, a mayor practica y dedicación se darán mayores resultados. No todo paciente con espectro autista necesitara un tratamiento farmacológico, este puede llegar a requerirse cuando el paciente tenga síntomas como auto agresividad, agresividad hacia otros, animo marcadamente irritable la mayor parte del tiempo, alteraciones del sueño, que dificulten su sociabilización, desarrollo y su participación en las diversas terapias que el paciente necesite para su mejoría. También el paciente podrá requerir el uso de psicofármacos y otras psicoterapias en el caso de presentar comorbilidades como el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, trastornos de ansiedad o depresión, diagnósticos altamente frecuentes en este grupo de personas.
Las intervenciones psicosociales como la terapia conductual y los programas de capacitación para los padres, pueden reducir según la evidencia las dificultades de comunicación y comportamiento social, además de un impacto positivo en el bienestar y la calidad de vida de las personas con TEA. Por lo que es labor del psiquiatra y todo el equipo de profesionales que velan por la mejoría de estos pacientes, trabajar en la mejora del vínculo de estos niños con sus padres y no dejar de lado la salud mental de los padres o cuidadores de los niños con TEA, ya que estos serán el principal soporte para la mejoría continua de nuestros pacientes.
